Desde que somos pequeños tenemos experiencias en las que somos "escuchadores de historias".
Historias que nos hacen soñar, reír, viajar a mundos lejanos... sin necesidad de entender ni una palabra, porque el interlocutor nos transmite con su mirada, sus gestos y su voz el contenido necesario para entrar en ese mundo mágico de la lectura.
Podréis ver a grandes profesionales de la interpretación contándonos un cuento, como si estuvieran en el salón de nuestra casa.
¿Dejáis a Elijah Wood pasar?
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